FOUR SEASONS CASA MEDINA, ELEGANCIA CON ESTILO COLONIAL COLOMBIANO
EN BOGOTÁ REINA UN HISTÓRICO EDIFICIO TRANSFORMADO EN UN EXQUISITO HOTEL
por Eduardo Lowe
Al salir por las puertas del aeropuerto El Dorado, en mi primera visita a Bogotá, me recibe sonriente el chofer asignado, que me llevaría a uno de los hoteles más exclusivos de la capital colombiana, declarado monumento cultural y renovado en septiembre del 2015, el Four Seasons Casa Medina.
En el lobby respiras el aroma a madera y te enamora su decoración colonial, la misma que encuentras en las habitaciones, cuyos baños de lujo están surtidos con productos de la casa francesa L’Occitane. Puedes escoger para descansar entre el Penthouse Suite, el One-Bedroom Suite y el Executive Suite. Notarás que las habitaciones no tienen ductos de A/C, pues Bogotá posee de un clima espléndidamente fresco de día a frío por las noches.
De su diseño original de una torre (1946) por el arquitecto Santiago Medina Mejía, hoy día son dos torres que conforman el lujoso complejo de 62 habitaciones (todas diferentes), conectados por un imponente atrio central. Fue ahí donde degusté el desayuno americano e Castanyoles, recomendado; sirven desde jugo de mandarina a carnes y panecillos colombianos, y por la altura, ordené un té de coca (me ayudó mucho cuando subí al Cerro Monserrate).
Ubicado en el corazón financiero y la Zona G (de gastronomía), a pocos metros de los mejores restaurantes de Bogotá y Latinoamérica, Casa Medina es el hotel ideal para ejecutivos exigentes del buen gusto y exquisito paladar.
Y mientras estás ahí, aprovecha y conoce el distrito colonial “La Candelaria”; también visita la Mina de Sal, localizada en las afueras de la ciudad en Zipaquirá; y degusta un tour de los mejores cafés bogotanos.